¿Ganar,
es la única manera de ganar? Parece una pregunta complicada pero no lo es.
Quiero decir ¿la única manera de ganar es ganando?
¿No se puede ganar nada perdiendo? Quiero decir si
yo por ejemplo pierdo peso ¿no gano en salud? Si un señor pierde el vuelo y ese
avión se estrella ¿no ganó algo perdiendo el vuelo el señor?
Un hombre pierde su empleo y se deprime
tremendamente, pero consigue otro empleo mejor y le va muy bien ¿ese hombre no
ganó perdiendo el primer empleo?
¿Cuándo uno pierde la inocencia gana algo? Quiero
decir ¿cuándo perdemos la inocencia no ganamos en sabiduría, no ganamos en
autodeterminación?
¿No ganamos cuando perdemos el miedo? Mis queridos
amigos cuando digo perdemos el miedo no digo tener una confianza ciega en que
vamos a ganar siempre, sino perder el miedo a perder, de eso se trata.
En mi época se decía ‘perder la chaveta’. Y es
verdad eh, a veces hace falta un poco de locura para ganar algo.
A veces perder el control es la única manera de
ganar libertad.
Si yo te digo ‘perder la ilusión’ ¿ganamos algo
perdiendo la ilusión?
A veces hay que perder la esperanza, perder la
ilusión, para que nazcan cosas nuevas. Y parece que fuera el fin de todo y en
realidad puede ser el comienzo de algo mejor. De lo que se trata es de perder
el miedo a perder, porque a veces perder es la única manera de ganar.
Un iluso es alguien que se cree cualquier cosa ¿o
no? La ilusión es una burbuja. Hay que romper esa burbuja chicos. Ustedes
estaban en una película de héroes, romántica, defendiendo a sus amigos, a sus
enamoradas… fin de la ilusión, se terminó, esa no es la realidad, la realidad
es muy distinta. Pierdan la ilusión y van a entender que están luchando por
todos, por salvar a todos, no solamente a algunos.
Cuando perdemos la ilusión y enfrentamos la
realidad al menos somos más honestos, y tal vez quien sabe la realidad nos da
una grata sorpresa. Pero lo que es seguro es que la ilusión nunca nos va a dar
lo que promete. Ustedes lloren, griten, pataleen pero despídanse de ese mundo
en el que vivían.
Soñar es querer cambiar una realidad, la ilusión
es negar la realidad. La desilusión no es otra cosa que una bofetada que nos da
la realidad, nos dice “eh, no sean tontos, las cosas son como son”.
La ilusión nos hace creer que se puede sacar agua
de las piedras, pero la realidad es que si queremos agua tenemos que ir al
arroyo, porque si hay algo que las piedras no tienen es agua.
Bueno, y una vez que hayamos perdido la ilusión,
que nos hayamos despedido de ese mundo ideal, agarramos la realidad con las dos
manos y decimos “bueno ¿y ahora que hay que hacer?”, y les puedo asegurar
chicos que hay mucho por hacer.
Ahí donde terminó la ilusión empieza la vida de
verdad, y cuando ya estemos desilusionados soñemos en grande con el mundo que
queremos y por el que vamos a luchar.
Hay que perder la ilusión muchachos,
porque ahí perder es ganar.